Huída a Honduras
Arminda narra cómo migró a Honduras para huir de los operativos militares, y cómo vivieron entre la población hondureña.
Abordando los derechos humanos tras la tragedia humana
Durante la década de 1980 la violencia desplazó a miles de personas de sus hogares en las zonas rurales de El Salvador. La difícil experiencia les enseñó a las poblaciones rurales que los militares salvadoreños usaban la táctica de «tierra arrasada», destruyendo toda señal de vida en operativos que pretendían eliminar a posibles partidarios de la guerrilla. A la primera señal de un operativo militar inminente, comunidades enteras huían al monte con apenas los víveres que podían cargar; este proceso se conoce en El Salvador como «guindas». Aunque a veces estaban escoltadas por guerrilleros, la mayoría de las guindas estaban compuestas por individuos no combatientes, e incluían mujeres embarazadas, bebés y niños, y ancianos. Durante las guindas, los militares atacaban a civiles en matanzas cuerpo a cuerpo y con bombardeos aéreos indiscriminados. Otras víctimas se ahogaron tratando de cruzar ríos; en la infame «Masacre de Las Aradas» de 1980, unas 600 personas murieron tratando de cruzar el río Sumpul bajo el fuego de tropas salvadoreñas y hondureñas. Estas terribles experiencias a menudo duraban varios días; durante la guinda de mayo de 1982, miles de personas del área de Arcatao, Chalatenango, pasaron más de tres semanas en huida de una ofensiva militar denominado «Operación Limpieza», sufriendo enfermedades y hambre. Los militares salvadoreños mataban o capturaban a quien encontraran; esto incluía niños, quienes —según algunos sobrevivientes— fueron sustraídos por los militares y entregados a redes ilegales de adopción. Este capítulo estas experiencias de los primeros años de la guerra son relatadas por quienes las vivieron (a veces de forma repetida).
Arminda narra cómo migró a Honduras para huir de los operativos militares, y cómo vivieron entre la población hondureña.
Toribio comenta cómo sobrevivió junto a su familia a la Guinda de Mayo de 1982.
Celestino recuerda cómo sobrevivió junto a su familia durante la Guinda de Mayo, cuando muchas personas murieron al intentar cruzar el río Sumpúl.
Élida relata como sobrevivió la Guinda de Mayo de 1982 caminando generalmente por las noches para no ser descubiertos por el ejército.
Isabel recuerda haber cruzado el río Sumpul durante la Guinda de Mayo de 1982, durante el cual el ejército mató mucha población civil.
Amanda comenta de diversos operativos durante varios años que realizaban los militares en donde la población civil huía por temor a ser masacrados.
Faustina recuerda la muerte de su bebé durante la Guinda de Mayo.
Virginia relata cómo huyó de las masacres junto a sus hijos. También relata la muerte de su hijo de nueve años, y como no pudo enterrarlo.
Celso relata cómo él y su familia fueron rodeados por soldados durante la guinda de mayo de 1982.
Juana describe las dificultades que vivió durante la guinda para encontrar comida y permanecer con vida.
Carlota recuerda la Guinda de Mayo de 1982 en dónde le tocó huír con una hija recién nacida.
Rosa describe que la Guinda de Mayo de 1982 fue la más difícil, y durante esos 27 días murieron su hermano y otros familiares.