Repoblación de la comunidad
Damián describe el proceso de repoblación paulatino que empezó en Arcatao en 1987, comenzando con la reconstrucción de viviendas y la participación en una milpa comunal.
Abordando los derechos humanos tras la tragedia humana
Muchos salvadoreños retornaron de los campamentos de refugiados de Honduras al final de la década de 1980, pero siguieron sufriendo represión al volver. Los refugiados fueron estigmatizados como partidarios de la guerrilla. Apenas unos días después de su reasentamiento oficial en Arcatao a principios de 1986, la población fue objeto de operativos militares. En el operativo que la comunidad llama el “Desembarco”, Arcatao fue invadida por soldados que llegaron repentinamente en helicópteros. Le ordenaron a la población ir al centro del pueblo, donde los hombres fueron separados de las mujeres y niños. Los hombres fueron interrogados y torturados en público mientras que las mujeres y niños estaban detenidos en la iglesia y eran amenazados. Cinco hombres fueron capturados por soldados, y desaparecieron. Los sobrevivientes atribuyen a la intervención de periodistas extranjeros —que fueron arrestados en el operativo y reportaron los ataques de los civiles— que no hubo una masacre mayor. Para Arcatao y otras poblaciones reasentadas fue vital el apoyo internacional, incluyendo el trabajo humanitario de individuos y organizaciones, y las relaciones de hermandad con ciudades e iglesias de todo el mundo.
Damián describe el proceso de repoblación paulatino que empezó en Arcatao en 1987, comenzando con la reconstrucción de viviendas y la participación en una milpa comunal.
Emeteria describe el proceso de repoblación en Guarjila, Chalatenango, y el peligro que enfrentaron los retornados debido a las minas antipersonales.
Marta relata su experiencia durante el Desembarco de 1986 cuando se encontraba embarazada y su esposo fue asesinado por el ejército.
Virginia relata que durante el Desembarco de 1986 los militares mataron a 7 hombres. También relata que la captura de periodistas internacionales por el ejército previno más abusos.
Hermelinda rememora la fundación de un grupo de bordado en 1989 en Arcatao gracias a la influencia de una religiosa.