Otilia recuerda que mientras estaban en una celebración litúrgica los soldados llegaron a la casa donde estaban reunidos asesinando a varias personas, entre ellas el hermano de Otilia.
- Testimoniante:
- Otilia
Transcription
Bueno, en una Celebración de la Palabra estábamos cuando en el “Cerro Grande” fue la masacre, en la casa de niña Polita, ahí estábamos cuando, como a una hora de las cinco de la tarde, cuatro de la tarde o cinco, vimos unos bultos en una parra de bambú y les dije yo: “miren, allá se ven unos bultos”; me dijeron: “es la Posta”, la Posta es la seguridad que ponían, verdad. A pues, y al ratito comenzamos la celebración porque hasta monjas iban de aquí de Arcatao, a veces el Padre que estaba aquí, cuando de presto fue, asomaron rodeando la casa y yo a una distancia como de a unos dos metros vi los soldados ahí y yo lo que hice fue tirarme a un cerco grande que estaba ahí y yo bien pequeña como de unos once años. Y salgo corriendo por toda la calle y ellos detrás de mí pero yo no me animaba a encerrarme en la casa de la niña Pola y como a saber qué me dio, salí por la calle. Los que se fueron por ahí en el solar, fueron los que murieron todos casi, los que mataron. Y yo encontré a mi hermano y le dije: “no vayas, que ahí vienen detrás de mí”; yo salí para la casa, verdad, porque era para La Joya que yo iba, eso fue en el Cerro Grande. Y yo alcance a ver a mi hermano que iba por un lugar por ahí cuando, de ahí ya no paso, ahí lo mataron. Mi hermano era Adrián Abrego, ahí murió él. Luego de ahí, nos fuimos para Honduras, unos días; luego después nos venimos aquí por La Cañada a estar aquí en Los Filos, Chupamiel. Luego después, aquí había tropa en Arcatao, nos fuimos para Patamera. Ya en Patamera yo, hasta ahí me dio una gran fiebre tifoidea que de eso padecí allí. Después ya me mandaron de radista para aquí por Las Flores, un lugar que se llamaba El Condorcillo, yo toda la guerra solo fui de comunicaciones.