Captura del esposo
Dionisia relata que su esposo no pudo llegar al refugio de Mesa Grande en Honduras porque los militares lo capturaron y lo mataron.
Abordando los derechos humanos tras la tragedia humana
Las poblaciones desplazadas, enfrentadas a enorme violencia, debían tomar difíciles decisiones acerca de si irse de El Salvador, y cuándo volver. Algunos buscaron refugio en otras zonas del país; otros se exiliaron o procuraron obtener asilo en países de todo el mundo. Muchos cruzaron la frontera a Honduras, donde eventualmente se concentraron en el campamento de refugiados de Mesa Grande creado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Aun en los campamentos hondureños las condiciones de vida eran difíciles, y la represión por parte de los militares y fuerzas de seguridad de El Salvador y Honduras continuaban. A los refugiados no se les permitía salir de los campamentos sin escolta; algunos fueron desaparecidos o asesinados, y muchos otros murieron de enfermedades prevenibles debidas a las malas condiciones. A pesar de estas dificultades, los refugiados se organizaron, y muchos participaron en iniciativas de salud, educación y economía. Algunos refugiados decidieron volver a El Salvador solos; otros negociaron colectivamente con el gobierno para reasentarse en los últimos años de la década de 1980, a pesar de que la guerra seguía causando estragos en su país de origen.
Dionisia relata que su esposo no pudo llegar al refugio de Mesa Grande en Honduras porque los militares lo capturaron y lo mataron.
Maximina recuerda las duras condiciones que existían en el campamento de refugiados de La Virtud en Honduras.
Berta explica su decisión de no buscar el refugio en Honduras, y la dificultad de vivir sola en El Salvador durante la guerra.
Isidora relata cómo era la vida en el refugio de Mesa Grande en Honduras así como todas las actividades y distintos grupos en los que se organizaban los refugiados.
Evangelina describe las condiciones de vida en Mesa Grande, el campo de refugiados en Honduras.
Rufino cuenta que después de la operación El Carreño la familia de Rufino decidió irse a un campo de refugiados en Honduras.
Gregorio asegura que él fue de las personas que nunca fue a refugiarse a ningún campamento.
Lucía describe cómo se organizaban las labores en el refugio de Mesa Grande en Honduras y explica las razones por las que ella decidió volver a casa.
Eduardo comenta que a él le tocó huír hacia el refugio de Mesa Grande, además relata cómo era la vida en el refugio y el proceso de repoblación.
Edith cuenta cómo fue para ella vivir en el monte cerca de la frontera con Honduras y cómo fue separarse de su familia.
Amanda decide ir a refugiarse a Mesa Grande Honduras junto a sus hijos despues de la muerte de su esposo en 1986.
Virginia relata cómo era la vida en el campamento de Mesa Grande Honduras por un corto tiempo, luego comenta que se regresó repatriada a Arcatao.