Represion y organización
Rosa explica el rol que cumplió en la organización política, cuenta sobre la masacre de El Rincón de 1980 y el asesinato de sus padres, y describe la labor de las milicias clandestinas.
Abordando los derechos humanos tras la tragedia humana
En la década de 1970 las tensiones y la violencia aumentaron en El Salvador. Los militares gobernaron durante toda esa década y organizaron elecciones fraudulentas para negarle al civil Napoleón Duarte la presidencia en 1972; en 1979 se unieron brevemente con líderes civiles para dar un golpe de estado que no logró evitar la guerra. Durante toda esa década, muchas personas comenzaron a organizarse en grupos de estudio de religión apoyados por sectores de la iglesia católica que enfatizaban el mensaje de justicia social de la Biblia. Los campesinos formaron sindicatos para obtener mejores salarios y condiciones de trabajo. Los militares, la Guardia Nacional y los paramilitares apoyados por el gobierno salvadoreño respondieron con violencia a estos movimientos políticos y sociales. Para muchos residentes de la zona rural de Chalatenango, la brutal represión por parte de las fuerzas estatales comenzó mucho antes de 1980, la fecha que muchos historiadores consideran el comienzo de la guerra civil. Pero varios sucesos en 1980 hicieron evidente que ya había comenzado una guerra total: en primer lugar, el asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero —defensor acérrimo de los derechos humanos y de los pobres— marcó un momento decisivo del conflicto. En segundo lugar, a medida que la violencia practicada por las fuerzas gubernamentales se intensificaba de asesinatos selectivos a masacres indiscriminadas, los activistas de izquierda recurrieron cada vez más a la lucha armada. En octubre de 1980 las organizaciones guerrilleras más grandes se unieron para formar el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). En este capítulo, los vecinos cuentan sobre cómo sus comunidades se organizaron para efectuar cambios, y la respuesta cada vez más violenta que recibieron.
Rosa explica el rol que cumplió en la organización política, cuenta sobre la masacre de El Rincón de 1980 y el asesinato de sus padres, y describe la labor de las milicias clandestinas.
Hermelinda recuerda haber estado embarazada la primera vez que la población de Arcatao se fue de las casas, alrededor de 1980, cuando comenzó la represión generalizada contra la población civil.
Pedro relata cómo los miembros de ORDEN mataron a su tío y a una mujer.
Toribio relata una invasión y campaña de bombardeo aéreo que hubo entre 1980 y 1981.
Clara reflexiona sobre el miedo que los soldados le ocasionaron con su comportamiento, pero también menciona la fuerza que tienen para ella figuras como Monseñor Romero.
Adán asegura que la Fuerza Armada Salvadoreña no respetaba a los Derechos Humanos y pone como ejemplo la muerte de sacerdotes como Monseñor Romero.
Esperanza comenta la represión que vivió la población de Arcatao y que les obligó a huir de sus casas empezando en el año 1980.
Obdulio recuerda cuáles fueron las causas que llevaron a la población a organizarse.
Élida describe los comienzos de la organización social y protesta, y relata uno de los primeros episodios de violencia que sucedió en su cantón.
Comenta la represión que vivieron por parte de los militares lo que los obligó a salir de sus hogares.
Alberto recuerda que la gente empezó a irse de Arcatao cuando empezaron a llegar camiones llenos de soldados.
Faustina rememora las interacciones que tenía a diario con militares, lo que la lleva a creer que ellos no eran personas malas sino personas entrenadas para realizar actos crueles.