Tortura
Víctor relata que los militares lo capturaron junto a 18 personas más, además relata cómo los torturaban.
Abordando los derechos humanos tras la tragedia humana
En la década de 1970 las tensiones y la violencia aumentaron en El Salvador. Los militares gobernaron durante toda esa década y organizaron elecciones fraudulentas para negarle al civil Napoleón Duarte la presidencia en 1972; en 1979 se unieron brevemente con líderes civiles para dar un golpe de estado que no logró evitar la guerra. Durante toda esa década, muchas personas comenzaron a organizarse en grupos de estudio de religión apoyados por sectores de la iglesia católica que enfatizaban el mensaje de justicia social de la Biblia. Los campesinos formaron sindicatos para obtener mejores salarios y condiciones de trabajo. Los militares, la Guardia Nacional y los paramilitares apoyados por el gobierno salvadoreño respondieron con violencia a estos movimientos políticos y sociales. Para muchos residentes de la zona rural de Chalatenango, la brutal represión por parte de las fuerzas estatales comenzó mucho antes de 1980, la fecha que muchos historiadores consideran el comienzo de la guerra civil. Pero varios sucesos en 1980 hicieron evidente que ya había comenzado una guerra total: en primer lugar, el asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero —defensor acérrimo de los derechos humanos y de los pobres— marcó un momento decisivo del conflicto. En segundo lugar, a medida que la violencia practicada por las fuerzas gubernamentales se intensificaba de asesinatos selectivos a masacres indiscriminadas, los activistas de izquierda recurrieron cada vez más a la lucha armada. En octubre de 1980 las organizaciones guerrilleras más grandes se unieron para formar el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). En este capítulo, los vecinos cuentan sobre cómo sus comunidades se organizaron para efectuar cambios, y la respuesta cada vez más violenta que recibieron.
Víctor relata que los militares lo capturaron junto a 18 personas más, además relata cómo los torturaban.
Obdulio recuerda su papel dentro de la organización, y que además fue fundador de la CCR (Asociación de Comunidades para el Desarrollo de Chalatenango).
Aminda recuerda haber experimentado los primeros bombardeos cuando era niña y no haber sentido miedo sino curiosidad.
Celestino asegura que los paramilitares fueron las fuerzas más duras durante la guerra.
Isabel recuerda la represión que se vivía en Arcatao y que a inicios de ésta los militares asesinaron a su mamá.
Edwin relata cómo su familia fue perseguida por la Guardia Nacional, lo que lo llevó a él y a su hermano menor a dejar la escuela y su hogar.