Celso relata cómo él y su familia fueron rodeados por soldados durante la guinda de mayo de 1982.
- Capítulos:
- Capítulo 3: Los años de las guindas
- Testimoniante:
- Celso
Transcription
Es que como esa Guinda de mayo fue que, nos estuvimos allí el montón en aquella quebrada de Acapate que le decíamos. Y les dije yo ya como a las 5 de la tarde dije yo, —Fíjense como están aquí, estamos rodeados —les dije yo.
—En la noche no nos van hacer nada, no nos van a mirar —les dije yo—, lo que van hacer cercarnos para no, no para que no nos vayamos.
Y entonces —Ya ahorita en la salida —les dije— de aquí —yo—, porque si no nos salimos.
—Pues no que hay que esperar —dijeron los demás.
—Pues yo sí me voy —les dije yo.
Y arranqué con los bichos, unos dos en el lomo y aquellas bichas, cargando otro y aquella otro y le pegamos por un respaldo así. No subimos, salíamos del cerco que nos había echado. Allí en la mañanita salieron un tumbo de helicópteros como a las 5 que venían tirando más tropa. Sí. Y nosotros allí escondidos en el monte porque no podíamos hacer por la gran bulla que se oía, que estaban haciendo la gente que corría toda la gente y ellos también corriendo quizás de atrás de la gente se oía la bulla. Sí. Pero nosotros estábamos arriba como le digo y fue anocheciendo otra vez y le pegamos más para arriba. Ya enmontados. Y qué sabíamos de ir a ver si como había sido si esa gente uno solo, ¿cómo podía ir? Hasta que fuimos vigilar los días, en un camino a ver quién pasaba de conocido para poder salir. Ya al fin vi a uno yo que habíamos estado juntos allí, le salimos al camino:
—¿Y qué pasó ya se fueron?
—Sí hombre ya se fueron, vámonos.
Ya salimos para arriba al mismo puesto donde habíamos estado.