Trinidad describe su experiencia del Desembarco de 1986 y la participación de un comandante en particular, y del proceso de repoblación.
- Testimoniante:
- Trinidad
Transcription
Pues aquí habíamos cincuenta familias. Fueron las primeras cincuenta familias que repoblamos. Porque la mayoría de gente vino después. Pero las cincuenta familias que repoblamos. Vino un coronel...voy a decir así, pero no sé bien bien si era coronel o qué era; pero era alto jefe de las Fuerzas Armadas, que se llamaba Cáceres Cabrera. Y ese viejo si viniera aquí quizá se le van encima todos. Porque ese fue el que hizo la masacre aquí. Mató a siete compañeros y a toditos los puso desnudos enfrente de esas gradas que tiene la iglesia. Y a la gente, mujeres, y niños y todos, los metió adentro, adentro de la iglesia.
Allí tuvieron colgado a un señor que se llamaba Inés Recinos, y tuvo colgado a un señor que se llama Melesio, no sé qué tiene el apellido; pero Melesio; antes yo lo conocía que no se llamaba Melesio, pero hoy por Melesio, por el mero nombre. Cómo era el seudónimo no sé. Pero le hicieron una gran cruz aquí macabra en el pecho, con el yatagán. A ese señor lo tuvieron colgado todo el resto que hicieron el…
No fue solo el ejército, porque habían payasos. Había gente que sí los conocía. Tuvieron… Golpeaban a medio mundo. Ese Cáceres se llevó las campanas de la iglesia y mandó a sacarlas. Hizo un hoyo allí en la iglesia, halló trastes, halló las limosnas que ahí decían “limosnas de San Bartolo, limosnas del Santísimo”, todas en una cajita; ese pisto se lo llevó él. Solo les dio unas migajas a los viejitos que habían trabajado todo el día haciendo el hoyo, porque cargaban un aparato, como puede ser este aparatito. Donde pitaba el aparato ahí hacían el hoyo y sacaban algunas cosas…pero lo bueno fue que no nos mataron a todos.
¿Y a los señores?
A los señores que estaban desnudos, sí… No... Sí los mataron, solo quedaron como tres.
¿A ellos ahí enfrente de todos los mataron?
No, se los llevaron. Los cuidaron tres días a ellos para que no fuéramos a enterrarlos. Ya cuando los fuimos a enterrar, ya no se podía ir a enterrarlos a un panteón o a algo. Allí mismo están y hasta la vez no los han sacado. Estamos luchando por sacarlos, porque ya tenemos una capilla donde vamos a llevar todo esto y allí pueden venir ustedes. Van a entrar… Queremos mejorar el pueblo. Ya está bastante mejor. Ya tenemos un museo, ya tenemos la capilla donde vamos a enterrar los cadáveres que saquemos.