Damián comparte sus reflexiones sobre la desigualdad social que dio origen a la guerra, la Unión de Trabajadores del Campo (UTC) creada en 1975, y las demandas sociales que motivaron a la organización política.
- Testimoniante:
- Damian
- Lugares:
- El Salvador
Transcription
Bueno, para decir verdad, los orígenes de la guerra que se dio aquí en nuestro país, es conocido de todas las personas que fue respecto a las injusticias que se estaban dando de parte de estos ricachones que tienen mucha tierra para unos pocos, y poca tierra para muchos. Las injusticias que se estaban dando era, no había tierra para trabajar, los salarios de los trabajos que se hacían en las rozas de caña, en las cortas de café, las cortas de algodón, etcétera. Los obreros, ganando un pinche sueldo también, que no alcanzaba para sostener la familia, eran explotados también en las maquilas, en las fábricas. Todo eso permitió de que el pueblo se organizara, verdad. Entonces la organización en el campo se fue haciendo por eso, porque los abonos caros, las semillas, los insumos y todo lo que se necesitaba para la vida de las personas. No habían posibilidades de tener algo que nos ayudara para tener lo básico en la vida, para la vida cotidiana. Entonces lo que pasó, pues que la gente se fue organizando en este ramo, aquí en el campo, pues. Hubo una organización que le llamabamos la UTC, Unión de Trabajadores del Campo.
¿Aproximadamente en qué año sucedió esto?
Esto comenzó ya como del setenta y cinco en adelante, 1975. Pero ya había organización antes. Pero para empezar a aglutinar gente, se comenzó hablándoles, leyéndoles la Biblia como debe de ser. Porque la Biblia, sinceramente, habla claro y ahí no esconde nada. ¿Por qué vino Jesús? Por los pobres. Porque los ricos llevan siempre bajo las plantas de ellos, sufriendo todas las injusticias. Entonces empezaron a reclamarse en todos los centros de trabajo, en las maquilas. Comenzaron a formarse sindicatos, que sé yo, pues para reclamar mejores salarios. Y nosotros, el aumento también en las tareas de caña, en las cortas de algodón y en las cortas de café, que le subieran y pagaran un poquito mejor; que dieran comida de humanos, no como las comidas que daban: unas tortillas bien desmedidamente… bien como para darle a un chucho, pues. Entonces, y durmiendo mal. Pero uno allá iba a trabajar porque de allá a veces lográbamos conseguir para alquilar un pedacito de tierra y hacer un pedacito de milpa.