Toribio comenta cómo sobrevivió junto a su familia a la Guinda de Mayo de 1982.
- Capítulos:
- Capítulo 3: Los años de las guindas
- Testimoniante:
- Toribio
Transcription
Metieron una invasión tremenda, que por todos lados se miraban soldados, entonces venían de allá del lado de San Isidro para acá y por todos lados, por los cerros ya se miraban “negriar” los soldados, como en desembarco tiraban los soldados, así los grupos, entonces, nos sacaron de Los Amates a puros morterazos. Nosotros, como pudimos, entonces, El Sumpul, estaba monte a monte, usted… y ahí como pudimos, unos que se ahogaron y otros que pasábamos hasta con todo y ropa, y los chinos en el lomo los pasamos… del Sumpul que hasta aquí me llegó el agua y el cipote aquí, la mochila en el lomo, sentado el cipote aquí y todos mojaditos salimos a la otra orilla y salimos corriendo al otro lado, porque nos “coheteaban” los balazos cerquita, entonces ahí fue otra cuestión algo peligrosa que nos dieron… Después todo… el “tumulto” de gente que andábamos, todo se repartió, unos grupos por un lado, otros por otro lado, otros por otro. Yo hubo un momento que me quedé solo yo con familia, solo la esposa, dos niños y yo, cuatro… tres niños…no, dos niños y los dos nosotros éramos cuatro, porque una ya se había muerto. Solo cargábamos, uno que cargaba en el lomo y otro que cargaba ella en los brazos. Entonces, quedamos solos, todos rodeados así, en una quebrada de Manaquil, aquí abajo de Manaquil, porque ahí como a las cuatro de la mañana un desorden que había, que unos para allá y otros para acá, que no sabían para donde agarrar. Peor gente que no conocían el lugar, que eran de la cuatro, de allá de La Cabaña, bastante gente en esa invasión…se murió.
[¿Y esa fue la que le dicen la Guinda de Mayo?]
Esa fue la Guinda de Mayo, que tuvimos, algo tremenda, porque mire que...como le cuento, quedé solo con la esposa y los dos niños.