Patricia describe lo difícil que fue decidir dejar su hogar para escapar de la incipiente represión luego de que su esposo y su hermano fueran detenidos.
- Testimoniante:
- Patricia
Transcription
Nosotros la primera vez que salimos, salimos de las casas porque teníamos un gran miedo de estar en las casas porque todos los días, todos los días llegaban los militares a buscar a los hombres y nosotros vivíamos en esas casas. Pues, nos salimos un tiempito y fuimos a dar a El Portillo. Allá estábamos en El Portillo, a los ocho días de estar ahí hicieron una asamblea los encargados, verdad, y dijieron que no, que las mujeres teníamos que estar en las casas con los niños, que no teníamos que abandonar las casas. Entonces, con todo y gran miedo nosotros tuvimos que regresar a las casas. Pero como luego que regresamos, este…pues si, ya nosotros no podíamos estar en las casas porque nos daban gran miedo pues, ya los hombres ya no estaban en la casa. Porque llegaban consecuentemente a buscarlos a la casa. Ya mi hermano había sido capturado y llevado a Sensunte. Este, también mi esposo ya había sido capturado. Pero, la primera vez, se los llevaron al puesto de mando de Patamera solo los interrogaron, los pusieron a trabajar duramente rajando leña y los soltaron. Se fueron para la casa de regreso. Eso fue un día sábado, solo los dejaron en paz el día domingo. El día lunes se los han llevado de regreso, se han llevado a mi hermano y ya mi esposo, pues él andaba trabajando y a mi hermano –según me contó, este… la mujer, pues- que llegaron y lo tiraron al suelo, como que era gran criminal o como que si era animal, lo aventaron al suelo, y le sacaron las cositas que tenía, lo más que era el dinerito que tenía, se lo sacaron, pues, y se lo llevaron.