Clara describe su experiencia durante la operación de 1986 del Desembarco en Arcatao, cuando los militares encerraron a la población civil en la iglesia.
- Testimoniante:
- Clara
Transcription
Pues dijo el soldado, mire: "Hagan una fila". Eso sí que me acuerdo yo, del desembarco. "Hagan fila", dijo. Tenía que hacer fila, cuando vi yo... Siempre le volaba ojo, porque a mi hermana le dijo: "¿Y ya me conociste o no me has conocido?". Yo me quedé viendo también. "Hagan fila aquí", dijo. Nosotras mandadas haciendo la fila ahí y vi que se hincó el soldado del gran susto para donde nosotros. "Ay, niña Teya", le dije. "A matarnos van", le dije algo temblando, pero le hablé. "A matarnos van". "No", dijo la viejita. Se sabía oraciones bien pesaditas. "A matarnos van", le dije yo. "No", dice la viejita. "No nos van a matar". Así se paró el soldado. Estaba hincado, se paró y dijo: "Pasen para la plaza". Hasta que sacó a toda la gente de ese lugar, que le dicen Candelaria... Ahí estábamos refugiados bastantes... Hasta que nos sacó de ahí nos venimos para un puente de por ahí y ya nos despacharon para la plaza. Ahí nos encerraron en esa iglesia, nos encerraron allí solo a las mujeres y niños. Los niños lloraban de hambre, sequía. A los hombres los sacaron todos desnudos, en calzoncillo, en procesión.
¿Los desnudaron?
Sí, los desnudaron...que tenían alguna cicatriz o que era lo que tenían. Ese desembarco estuvo tremendo para nosotros, pero le digo yo nos liberaron...
¿Cuánto tiempo...usted estuvo encerrada en la iglesia?
Sí.
¿Cuánto tiempo, más o menos?
Eran como a las siete, quizás, cuando vienen a encerrarnos ahí. Nosotros sin comer, sin beber agua, ahí encerrados. Allá como a las cuatro, dicen que vienen a hacer el desembarco que hicieron en El Mozote. Aquí es un desparpajo. Como había aquí bastante gente que habían venido de guindear, fue un desparpajo. Entonces estaban unos dos... ¿Cómo se llaman? Internacionales, que eran periodistas… (A) esos ahí los capturaron, dicen, y los mandaron en helicóptero, (para) que se fueran. Estando allá, les dijeron que aquí estaba el desembarco, que a ver qué hacen con la gente. Nosotros como a las cuatro todavía estábamos esperando a ver qué hacían con nosotros, ahí encerrados. Habían... Hay unas cajas fuertes... Habían como cuatro soldados vigilando a la gente de adentro. "Váyanse ya", dijo. Vino la dicha de que ya no hicieron nada, nos despacharon, pero ya eran como las cuatro de la tarde. Eso es lo que me acuerdo...