Nelson relata su captura por desobedecer órdenes de un coronel que les ordenó participar en actividades paramilitares.
- Testimoniante:
- Nelson
Transcription
Yo ya predicaba, pues la buena nue... la noticia de sobre la injusticia que se vivía aquí en el pueblo salvadoreño. Luego, al día siguiente me captura la Fuerza Armada salvadoreña y me trajeron fuertemente amarrado y, aquí a Arcatao. Aquí había un coronel que le decían el Coronel Reyes. Se encaramó en una tarima de dos cajas de parque y llamó a la población y dio un mensaje. En ese entonces ya éramos seis los que estábamos allí. Y dijo el Coronel Reyes, pues que nosotros íbamos a ser fusilados por desobedecer las órdenes del comandante de Nueva Trinidad. Porque nosotros nos invitaban que fuéramos a hacer un patrullaje a los...a este lugar que le dicen, este, Las Cuevas, Honduras, buscando gente hondureña para matarla o esa era la orden que nos daban o si hallábamos tropa, o a ver qué mirábamos de las tropas. Ese fue el objetivo, el por el cual me capturaron a mí porque desobedecí esa cita. Luego, pues, me tuvieron después de que dio el mensaje el Coronel Reyes, que así los iban a hacer fusilados y que, y si los demás se negaban a la, a cualquier cita o a cualquier orden les tocaba igual que a nosotros.
Nos han tenido boca abajo a los seis en este pueblo de Arcatao en una calle donde habían unas trincheras, las postas que tenía la Fuerza Armada. De allí nos han sacado con diez soldados nos mandaron hacia La Cañada. Allí estaba el mando, en La Cañada, de La Fuerza Armada salvadoreña, cuando leyeron la carta dijeron "sí, éstos van de camino. Éstos mandémoslos para El Tigre" y puesto en El Tigre, Honduras, más adentro. Entonces, allá en El Tigre dieron la orden de que nosotros íbamos a ser fusilados. Y, luego, le dice un teniente Vega, le dijo "mi Teniente Vega, usted se encarga de ir a fusilar estos, estas personas." Fueron a buscar unos lazos a una casa y, luego, cuando ya estaban colgando el primero cayó una orden que mandaba el Coronel Reyes que ya no nos fusilaran. Si no que nos mandaran para Valladolid donde estaba todo el ejército salvadoreño como castigo a moler día y noche para la Fuerza Armada salvadoreña. De tal manera, así lo hicimos. Donde yo vi que habían montones de muertos entre soldados y población civil, luego, estuvimos un tiempo allá y nos trasladaron para Arcatao nuevamente, caímos y traen a un grupo de hondureños, tal vez no mi persona sino que nosotros venimos en calidad de cautiverio. Pero traían a un grupo de hondureños y se los entregaron al Coronel Reyes aquí y esos fueron desaparecidos. Esa misma tarde nos mandan a nosotros para un lugar que le dicen La Vecina Honduras cada quien cargando una caja de parque, y una caja de parque pesa como más de dos arrobas. A pura punta de fusil hemos subido nosotros por esta calle así al Gualcimaca, de Gualcimaca, Honduras a un lugar que le decían La Vecina Honduras, allá estaba el mando arriba del pueblo de La Virtud, Hondura