El Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington acompañaró a una delegación a Washington, D.C., durante el 13 a 15 de abril para exigir la apertura de archivos gubernamentales sobre violaciones a los derechos humanos en El Salvador. Convocada por la campaña Los Huesos de Nuestros Padres de la Fundación Mauricio Aquino, la delegación de hijos e hijas de hombres y mujeres quienes fueron desaparecidos forzosamente durante los 80s se reunía con Miembros del Congreso para preguntar, “¿Dónde están los archivos sobre nuestros padres? ¿Dónde está la verdad sobre los desaparecidos en El Salvador?”
Hijos e hijas de personas desaparecidas dieron sus testimonios personales a Miembros del Congreso de EE.UU. en una reunión pública la mañana del jueves 14 de abril a las 10 horas en la dirección 2456 Rayburn House Office Building, Washington, D.C. Para mayor información acerca de la reunión, lee el comunicado de prensa de la Fundación Mauricio Aquino y Los Huesos de Nuestros Padres.
Angelina Snodgrass Godoy, Directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington en Seattle, participó en la delegación. Como parte del proyecto Oraciones Incompletas, el Centro ha solicitado la desclasificación de cientos de documentos del gobierno de EE.UU. bajo la Ley de Libre Acceso a la Información (FOIA) sobre casos de violaciones de derechos humanos históricos de El Salvador. EN 2015, la Universidad de Washington demandó a la CIA bajo la Ley FOIA por su rechazo de una solicitud de desclasificación de documentos relacionados con un oficial militar salvadoreño acusado en múltiples graves violaciones a los derechos humanos.
La llamada de Los Huesos de Nuestros Padres para la desclasificación de documentos relacionados con el conflicto en El Salvador tiene un precedente reciente de éxito. A principios de 2016, la administración de Barack Obama ordenó la desclasificación de documentos relacionados con el involucramiento de los EE.UU. en la “Guerra Sucia” en Argentina durante la década de los 70. El gobierno de los EE.UU. apoyó extensivamente al gobierno de El Salvador durante la guerra civil durante 1980 a 1992, con más de $4 mil millones de ayuda militar.
Además de exigir que los gobiernos de El Salvador y Estados Unidos abren sus archivos sobre abusos de derechos humanos durante la guerra civil, la delegación también pedía la creación de una Comisión Nacional de Búsqueda para personas desaparecidas forzosamente en El Salvador, y exigía al Fiscal General de El Salvador que demuestre el avance de investigaciones de casos de desaparición forzada y otras violaciones a los derechos humanos.
Los Huesos de Nuestros Padres estaba representada por los hijos e hijas sobrevivientes Alexandra Aquino-Fike, Sara Aguilar y Jimmy Ortiz. Además del Centro de DD.HH. de la Universidad de Washington, también fueron acompañados por David Morales, el actual Procurador de Derechos Humanos de El Salvador, y las organizaciones Fundación para el Debido Proceso y La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos.